La estación publicitaria
-Y, dígame, ¿Cómo ocurrió exactamente?
-Na, taba tumbau en el sofá y avisóme Lolo, el del quinto.
-¿Qué le dijo?
-¡Llegó, Tino, por fin! No te olvides de reír, soñar y ser feliz.
-¿Y usted qué hizo?
-Llamé al mi cuñau. Digo: ¿qué tas faciendo? Y él: ¡Toi reverdeciendo!
-¿Y después?
-Dizme la de enfrente: “Tino, llegó la primavera, sólo pido que me quieras.”
-¿Así? ¿De repente?
-Sí, sí. Luego, púsose a cantar: ¡Ven, polinízame otra veeeez!
-¿Y usted lo comentó con alguien más?
-Home, claro. Convocamos una junta hormonal extraordinaria.
-¿Hormonal?
-Sí, a mí pícame aquí, el mí home ráscase allá y tú de serotonina qué tal…
-¿Perdón?
-Mira, lo mejor, entre vecinos, ye hablalo y votar.
-¿Votar?
-Claro. La primavera desata las hormonas y aumenta el deseo…
-¡Ajá!
-…Los pájaros cantan, florez el romance en cada planta…
-¿Pero tanto les cambia la vida?
-¡Uf! Toqueteos en el descansillo, arrumacos en el portal…
-¿Todos los días?
-Depende. Hoy haremos un mural o una orgía, lo que quiera la mayoría.
-¿Y cómo se organizan?
-Los insectos van de flor en flor, nosotros somos treinta y tres vecinos y sólo tenemos un ascensor.
-¿Y pasan en él mucho rato?
-En primavera, los encuentros son temáticos. Y si t’excitas hablando de Vivaldi o de Botticelli…
-¿A todo el vecindario le gusta el arte?
-Home, mayormente les tira del pijo, pero…
-Claro, al llegar la primavera…
-…Los buzones se llenan de poemas y ye raro el día que un vecín no te haga un “collage” o te pase una ficha pa colorear.
-¿Y usted cómo se siente?
-Uf. Una alegría, un subidón… Y eso que’l tiempu ta rarón…
-¿Considera que la gente ha sido afectada por el letargo invernal?
-Home, claro. Yo creía que tolos políticos eran horribles y…
-Ah. ¿Ya no piensa igual?
-Qué va, fíjese lo que acabo de crear: “Oda al bipartidismo” ¡Escribilo ahora mismo!
-La primavera y sus pensamientos luminosos, ¿verdad?
-Sí ho. Se siente en el aire al respirar, en los Telediarios, la publicidad…
-¡Ajá!
-¿Puedo saludar?
-Por supuesto.
-Quiero dar les gracies a “El Corte Inglés” por patrocinar el reló biológicu de ésta, nuestra comunidá.
-Muchas gracias, muy amable.
-No, no, gracies… a vosotros.