
Trasnoche estival.
-Coño, Lito, ¿qué ye de tu vida?
-¿Eh?
-¿A ti paezte normal?
-¿El qué, ho?
-Tu llegues y yo marcho.
-Tuve viendo a Calamaro.
-¿A quién?
-A Calama…
-¡¡¡Esi tocó el mes pasau!!!
-Ya. Pero ya sabes cómo va esto, vida…
-¿Cómo va, eh? ¿Cómo vaaa?
-Acaba el concierto, topaste con gente, empieces a charrar…
-¡Y llegas un mes después!
-Que no, vida, que toi aquí tolos días.
-¿Tolos días?
-Sí, pero nun coincidimos, boba. Ye cuestión de cronobiología, fía.
-¿De qué, ho?
-Tú yes diurna y yo nocturnu. Y claro, en pleno verano…
-¿Eh?
-El mi reloj internu ponse llocu, Marisé.
-¿Pero qué…?
-Tenemos ritmos biológicos diferentes, vida, y en estes feches ye una llocura.
-¡Zamarro!
-¿Yo? ¿Por?
-Pares menos en casa que’l tren en Peñamiel.
-Son ciclos, boba.
-¿Ciclos?
-Sí, Mari, sí. Conciertos, fiestes, xareu… ¿Hai algo en la nevera, ho?
-¿Compraste tú algo?
-Son las 7 de la mañana, Marisé. ¡Ta too cerrao!
-¡Qué morro tienes!
-Vaya, ho. Encima que vengo a vete madrugar, cariñín.
-Pues ya ves. Madrugo como los pájaros.
-¿Sintiéndote libre?
-No. ¡Cagandome en too!
-Si fueses más nocturna, cielo, tarías de mejor humor.
-Sí, ho… Tolo arregles trasnochando, cabrón.
-Mari, esi lenguaje. Nun me seas malhablá.
-¡Qué cara tienes, Lito, qué cara!
-¿Yo? Relájate, vida, no sé por qué te pones de tan mal humor.
-Aquí van volar hosties y tú tienes cara de aeropuerto.
-¡Madre mía, qué carácter!
-Pa carácter el tuyu, Manuel. ¿Cómo pués venir de fiesta cuando yo me levanto a trabayar?
-Ya te lo expliqué, vida. Cronobiología. El ritmo que me pide el cuerpo.
-Si te digo lo que me pide a mí…
-Marisé, yes mui mal tomá. Caún tien su cronómetro del sueñu.
-¡Zamarro! Diz que vien de ver a Calamaro…
-Tantes fiestes, tantu escenario…
-Menudu veranu que lleves. Vergüenza tenía que date, yes profesor.
-¿Y qué? En mis días no lectivos mando yo.
-Voi date yo cronobiología…
-Mañana, si nos vemos, vida. Ahora voi pa la cama, fía.