Aumentan los hurtos por el método del “abrazo cariñoso”
-¿Y cómo sé que nun me vas a robar?
-¿Quién? ¿Yo? Jamina, haz el favor.
-Nun me fio, no.
-¿Vesme pinta delincuente?
-Ay, qué sé yo. Con les coses que pasen, Vicente…
-Diz que son bandes de la Europa del Este.
-Oye, tú tas de movete por Levinco, La colladona…
-¿Y?
-Quieras que no, eso pertenez a la Eurozona.
-Anda, Jamina, ven p’acá, vamos romper la barrera.
-¿La qué ho?
-La barrera emocional. Quiero mostrate afecto.
-¡Ay Vicen, a estes altures…! ¡Y con estos achaques…!
-Los abrazos curan.
-Sí ho.
-Un poco de oxi…
-¿Ya tamos con el griego?
-…Tocina.
-¿Qué qué ho?
-¡Oxitocina ho! ¡La hormona del amor! Quita tolos dolores, los de cabeza…
-¿Y qué más?
-¡Hasta el reúma!
-¡Atrás, Vicen, que toi alerta!
-¿Vamos permitir que vengan de fuera a jodenos el romanticismo?
-No seas neciu, Vicentón.
-El cariño ye como la sidra o el alimento, ¡fundamental pal ser humano!
-Anda, déjame facer ginasia.
-¡Abrazase ye un ejerciciu de flexión y estiramientu!
-Anda, quita p’allá, ¿Nun ves que toi esgonciá?
-Voi abrazate tan fuerte que toles partes rotes se juntan de nuevo.
-Pesadín yes, fiu.
-Los mis abrazos son como “les pringles”.
-¿Les qué ho?
-Una vez que los pruebes nun pues parar.
-Sí ho. ¿Y luego?
-Jugamos al teto, tú te agachas y yo te respeto.
-¡Ay Vicentín, nun sé cómo pues tener esi humor con tantu comando itinerante andando por aquí!
-¡Ye lo que nos faltaba, Jamina!
-¿El qué ho?
-Ni fumar, ni beber… Que nos quiten los abrazos tamién.
-Tú fae lo que quieras. Yo mayormente… ¡toi alerta!
-¿Vesme sospechosu?
-Tienes un modus operandi que… No sé, no sé.
-¿Vesme pinta delincuente?
-Ay, qué sé yo. Con les coses que pasen, Vicente…