El verano tiene razones que la razón no entiende
-Flipo contigo, Mariamor.
-Hija, ¿por?
-¿Pero cómo te pué poner esti torzalón ho?
-Ye un macho alfa, tía, ¿qué quiés que te diga?
-¿Un qué?
-Nació pa ser líder, ¿no lu ves? ¡El Pedro Sánchez del pedreru!
-¿Esti zoquete?
-Sí, fía, pero en feo.
-¡Ay madre, no entiendo nada!
-A mí ponme burrísima, boba, ¡ye’l líder de la manada!
-¿Esti oveya? ¡Pero mira p’ahí!
-Rudo, babayu, varonil… ¿Qué más y-puedo pedir?
-¡Ay madre! Flipo contigo, Mariamor.
-Hija, ¿por?
-En verano dante unos puntos rarísimos, tía.
-¿Qué ye, que a ti no te gusta que marquen bíceps?
-¿Qué bíceps?
-¡¡¡Lo que oíste, no te fagas la tonta!!!
-Pero si ye grimosu, tía, mira como se pavonea.
-Normal, boba. Él va a lo que va.
-¿Con esa pinta asquerosu?
-El macho alfa tien un aire gochón, sobradín, sin afeitar…
-¡Ay madre! ¿Y esi culote de rayes?
-En la época de cortejo adorna el plumaje con la intención de aparease.
-¡Faltosu perdíu, fía!
-¡Mmmmm… como me pon…!
-¡No tien ni gracia, ni conversación…!
-Bastente tien el probe con ser el centro d’atracción.
-¿Esti carapijo ho?
-La teoría del macho alfa ta mui arraigá en la psique humana.
-¡Ay madre! ¿Y tú cómo sabes tanto de paisanos?
-¡Coño, porque veo documentales de animales!
-Ah.
-¡Ahí lu tienes! ¡Dominante y viril, el latin lover de Pumarín!
-¡Menuda burra parda! ¡Solo y-falta l’albarda!
-¡Pues a mí me pone, tía! ¡Mmmmmm me poneeeee!
-¿Pero díceslo en serio, Mariamor?
-¡Que sí, coño! ¿Por?
-¡Flipo! Te lo juro.
-¿Por qué, tía?
-Tanto estudiar psicología, y en verano, ¡vas de tronista por la vida!
-¿Tronista?
-Sí, Mari, ¿cómo te pué poner semejante espécimen?
-A ver, tía, yo no lu quiero pa charrar de filosofía…
-Agresivu, faltosón… ¡Hija, tienlo too!
-El macho alfa ye’l macho más dominante.
-Ah. ¿Y tú qué ye, que quiés ser dominada?
-¡No! ¡Sí! Bueno, un ratín, boba. ¡¡¡Un ratíiiin!!!
-Flipo. De verdá. Sólo te faltaba invitalu a cenar.
-Ya lo hice, fía.
-¡No jodas! ¿Y qué tal?
-Díjome que ya había quedao contigo. ¡Cínica, y no me dijiste na!
-Hija, yo…
-¡Calla, falsa! ¡Calla, que vien p’acá!