-Muchas gracias por venir a la fuerza.
-De nada, jefe.
-Tamos un poco apretujaos pero el año que viene tendremos más espacio.
-¿Y eso?
-Habrá reducción de plantilla y muchos de vosotros iréis mayormente a tomar por culo.
-Pero…
-No quiero caras largas, eh. A ver si me váis a fastidiar la cena.
-Vale, jefe.
-Disfrutad del chipirón porque el día de mañana sabe Dios…
-Gracias, jefe.
-Por cierto, como no hay suficientes pa todos, los becarios que se coman los mocos, que están acostumbraos. ¿De acuerdo?
-De acuerdo, jefe.
-Brindo por que sigáis currando por un salario de mierda, sin cobrar atrasos ni horas extras y pisándoos los unos a los otros.
-¡Chin-chin, jefe!
-Sabéis que aunque la empresa cada año tiene más beneficios no hay cesta de Navidad para todos.
-¡Viva la empresa! ¡Viva!
-No obstante, voy a gestionar unas peladillas pa la gente de prácticas y el día 22 sortearé una patada en los cojones entre todos los colaboradores.
-¡Viva el jefe! ¡Viva!
-Brindo también por los ausentes: los capullos que están de baja por “mobbing”, la secretaria que cometió el error de quedarse embarazada…
-¡Viva el jefe, viva la empresa!
-Y enteraos, bobas: Tener hijos perjudica la vida laboral.
-¡El jefe, el jefe es cojonudo, como el jefe no hay ninguno!
-De tanto putearos os estoy cogiendo cariño, coño.
-Y nosotros a usted, jefe.
-Por eso os recomiendo que améis el trabajo y no la sopa de marisco.
-¡Viva la empresa! ¡Viva!
-Trabajar os libra del aburrimiento, os aleja del vicio y la monotonía.
-Por supuesto, jefe.
-Y aunque hay tensiones, puñales, zancadillas..
-Normal, ¡somos una familia!
-¡También hay croquetas pa quitar sinsabores!
-Ahí, jefe, ¡olé sus cojones!
-Así que, venga, ¡a poner cara de risa y acuchillaros por la espalda!
-Descuide, jefe.
-¡Feliz Navidad y prósperos contratos basura!
-¡Feliz Navidad!
-Hala, ¡a cenar!