Crece la adicción a las apps de ligue.
-Má, tenemos que hablar.
-…
-Escucha, mamá.
-¿Eh?
-¡¡¡Mamáaaaaaaaaa!!!
-¿Qué ye, ho?
-Que dejes el móvil y me prestes atención.
-¿Qué quiés?
-Eso digo yo: ¿qué quiés tú? ¿Se pué saber qué quiés tú?
-¿Yo? ¿Por?
-O sea, a mi no me dejas usar “Pokemon go” pero faes lo mismo que yo.
-¿Lo mismo?
-Sí, má, tu faes lo mismo en “Tinder” que yo en “Pokemon go”.
-¿Cómo que lo mismo?
-¡Cazar bichos! ¡Sí! ¡Tás colgá del “Tinder”, tol día cazando bichos!
-¿Qué dices, Adrián?
-Que dejes el putu “Tinder”, mamá, que tás enganchá.
-¿Yo?
-¡¡¡Y encima, me riñes a mí por usar mi móvil!!! ¡¡¡Flipo!!!
-Escucha, Adri…
-Cazaste tu más fantasmas que yo.
-¿Qué dices, ho?
-Tuviste ligues más raros que un pokémon de primera generación.
-¡Adri, haz el favor!
-A ver. Yo entiendote, má. Tamién soi de rollos. ¿Oíste?
-¡Adrián! ¿Qué dirás?
-Tanto buscar citas, tás estresá.
-Bah.
-En serio, mami, si no ligaste en cuatro horas déjalo ya.
-¡Anda, vete a facer los deberes!
-No señor. ¡Devuélveme mi móvil!
-Que no, Adrián, que tienes que estudiar.
-¿Y tu?
-¡Coime, yo soi tu madre! Déjame, anda, que toi liá.
-Si tu haces “match” yo entro en “Pokémon” y salgo a cazar.
-¿No yes mayorín ya pa jugar con esos bichos?
-¿Y tú? ¿No yes mayorina pa facete selfies en el espejo del váter?
-¡Ay Adrián! La vida, a veces, ye complicá…
-Selo yo, má ¡Tengo 16 años y tamién toi nel mercao! Pero…
-¿Qué?
-¡No te cuelgues, vete con cuidao!
-¿Qué sabrás, Adri? ¿Qué sabrás?
-Repito tercero de la ESO, vale, pero en “fotopollas” te doi mil vueltas.
-¡Adrián!
-Dígotelo en serio, mamá. Con el putu “Tinder” tas de los nervios.
-¿Por?
-Que si tengo mala suerte, que si nun soi fotogénica…
-Cosas de mayores, Adri.
-Sí, ho. Luego quedas con cada “fistrón”…
-Bueno, Adrián, valió. Tú ponte a estudiar que yo tengo coses que facer.
-Sí, sí.
-¿Sí qué, ho?
-Que tú faes en “Tinder” lo mismo que yo en “Pokemon go”. ¡Cazar bichos!
-A estudiar, Adri. ¡Valió! A mis bichos, cielo, los programo yo.
