El ciclo de los nuevos propósitos.
-¿Entós?
-Na. El día uno dejé de fumar, entrome ansiedá…
-Meca.
-…Diome por comer como un llocu, engordé…
-¡Calla ho!
-Sí, sí. Empecé a correr…
-¿En serio?
-Y aquí toi, manín, rompí la rodilla por tres sitios. Pero guay, eh.
-¿Guay?
-Sí ho.
-¿Entós?
-Toi cumpliendo tolo que me propuse.
-¿El qué ho?
-¡Los propósitos pal añu nuevu! ¡Toos!
-Di que sí.
-Mejor alimentación: sin grasona, sin sal…
-¡Como tien que ser!
-Bebo más agua, toi cuidándome más…
-Ajá.
-Empecé un blog, tengo la agenda actualizá…
-No jodas.
-Sí ho. Toi poniendo el focu en lo esencial.
-¿Lo esencial?
-Sí. Quién soi en realidá, cómo toi fechu por dentro, sensaciones, sentimientos, el cartilago de la rodilla, los ligamentos…
-Claro.
-Fue dejar el día uno de fumar y cambiame la vida, pero radical.
-¡Y mira que te lo decíamos en casa!
-Ya, pero hasta que no pasas por ello…
-Nosotros: “¡Severiano, cuida tu desarrollu personal!” ¡Y tu na!
-Taba ocecau, ¿oíste? Ahora no pienso parar.
-¿Entós?
-En un par de semanes empiezo al gimnasio.
-¿En serio?
-Sí ho. ¡Iré a rehabilitación!
-Ah.
-Y luego ya… O aprendo a tocar el ukelele o me matriculo en alemán.
-¡Con dos cojones, Severiano!
-Lo guapo ye tener objetivos, ¿oíste?
-¡Home vaaa! ¡Siempre te lo decía tu pa!
-Además, en el hospital disfruto de les pequeñes coses.
-Vida nueva.
-Un cachín de manzana, una tortilllina xelá…
-Y lo guapo que ye socializar…
-Hables con unu y con otru, vien un enfermeru y ayúdate pa si tienes que dir a mexar…
-¡Vivir el momento, Severiano! ¡Cómo m’alegro, chico!
-Aquí pletóricu, llenu de proyectos…
-Y eso que tovía tamos a nueve. ¡Qué velocidá!
-Ya. A esti ritmo, a mediaos de mes empiezo otra vez.
-¿Empieces a qué?
-A fumar.