El hielo
-Quedé clavau mirando pa ella. Y nada.
-¿Nada?
-No sé, cada vez ye más jodío.
-¿El qué?
-Lo de sacar un tema, digo.
-Ya.
-Antes llegabas y…
-¿Estudias o trabajas?
-Ahora, entre el paro, el mosqueo, las tasas…
-Bueno, lo importante ye empezar por algo.
-Sí, pero…
-Tienes que ser espontáneu, Jacinto. Mira a tu alrededor.
-¿Pa qué ho?
-Cualquier cosa pue ser tema de conversación.
-Uf.
-Alguna película de estreno, tío.
-¿Quién va hoy al cine?
-Pues algo de la tele.
-¡¡¡Me niego!!!
-La regasificadora.
-No jodas.
-Política, economía…
-Si empezamos a encabronar…
-Pues la familia, tío, y las relaciones…
-No me toques los cojo…
-A ver ho. El tema ye soltáse y hablar…
-¿Aspiraciones de futuro?
-Eso, dando pol culo.
-Jacinto, tío, no se pué ser tan negativu. El casu ye romper el hielo.
-Ya lo sé, José, pero…
-El tema ye interactuar, Jacinto. ¡Interactuar!
-Pero si elles tan tan paraes como nosotros. ¡Nun sabemos de qué hablar!
-Pués nun digas na. ¡Miraes!
-¿En serio?
-Sí, lo que ye la clásica mirá de deseo sexual.
-¡Calla ho! Eso echales p’atrás…
-¡Pues que hable ella ho!
-No te fastidia. Esos silencios incómodos…
-Selo yo.
-Lo que ye la mirada ausente…
-¡Ya lo sé, José, ya lo sé!
-O bien: Buenes, ¿Hacemos la revolución?
-No sé, no lo veo yo…
-Complicose todo, compañeru. ¡Cualquiera rompe el hielo!
-Así tamos, ¿oíste?
-Ya. Pero ahora nun sabemos de qué hablar…
-Na, con una sonrisa y buen humor…
-Como si fuera tan fácil, ¿oíste?
-Selo yo, Jacinto. ¡Selo yo!