
El horror está en el aire.
-¡Qué horror! ¡Mira p’ahí, ho!
-Haber quedao en casa…
-Si pudiera…
-¿Por?
-Tengo la casa temblando, mi güelu evocando bombardeos y la gatina acojoná debajo la cama.
-¡Home, oiga, por unas horas…!
-¿Unas horas? ¡Perdone, pero llevan tres días tocando los cojo…!
-Normal. Tienen que entrenar.
-¿Qué necesidá?
-¿Eh? ¿Cree que ye fácil facer eses acrobacies?
-¿Pero qué necesidá…?
-¡Ye impresionante, oiga, déjeme disfrutar!
-¿Disfrutar?
-Sí, ho. ¡Ye mui entretenío!
-Lo que aquí nos entretién, en otros sitios mata.
-¡Ya tamos…!
-¿Ye mentira, ho?
-Yo soi pacifista, gallu, pero tamos de fiesta…
-Aquí facemos fiesta con lo que en otros lugares faen guerra.
-Y dale…
-Y lo que ensucien,eh, y lo que nos cuesta…
-Bueno, oiga, tampoco…
-Con el combustible que gasten estos en una hora teníamos nosotros pa…
-¡Mire, mire qué preciosidá!
-Acojonante, sí. Precioso sería emplear el gastu militar en pensiones, educación, sanidá…
-¡Ye usté un repunante, oiga! Tamos pasándolo bomba.
-Nunca mejor dicho.
-¿Eh?
-¡Tolos años lo mismo! ¡Tolos putos años!
-Ye un fijo del verano gijonés. Vien xente de tolos llaos. Y eso que dio malo.
-Oye, si fuera solo un añu… ¡Pero van 14! Tamos guapos.
-Quierlo la xente.
-Sí, ho…
-Diz la alcaldesa que oyó al pueblu.
-¿Qué pueblu?
-Ta petándolo.
-Puf. Esa agresividá, esa contaminación…
-Bah, coño, ye un día al añu…
-Sí. Luego hablen de cuidar el medio ambiente…
-¿Qué? No lu oigo…
-¡Normal! ¡Con esi putu ruiduuuu!
-Tampoco ye tanto.
-Si ye un ciudadano el que se pasa de decibelios la multa nun y-la quita ni…
-Deje de protestar.
-Ya lu dejo, ya. ¡Marcho corriendo a la Folixa pola Paz!
-Mire, mire como ruge el cielo con dinero público.
-Sí, ya, ya. ¿Qué necesidá?