-Los superhéroes tenemos una identidad secreta, Jose Ramón.
-¿Cómo ye, ho?
-Yo toi retirau pero, oye, si hai que salvar el mundo…
-¿A qué te refieres?
-Habrá que usar nuestros poderes.
-Ná, téngolo claro: el único amor de verano ye’l aire acondicionado.
-No seas bobu, tu yes tan increíble como yo. ¡Vente arriba, faime’l favor!
-Déjame, Regino. ¡Toi sudaón!
-Tu no sudas. ¡Tu brillas, Jose Ramón!
-¿Paezte?
-Claro, yes un Swarovski andante.
-Calla, ho.
-En serio. Pero nun te sacas partido. ¡Tas pa comete!
-¿Yo?
-Paeces el típicu almuerzu de pueblu: panza, pellejo y un par de güe…
-Qué coses tienes, Regino.
-¡Tira esi libru!
-¿Por?
-Van pensar que nun quies conocer a nadie, que vas a lo tuyo. ¡Deja esa toallona y ponte en la silla!
-¿Por?
-¡Pa tar más visible! Así tumbau nun ligas ni viniendo de Erasmus.
-Pero…
-Hay que dar paseínos, que te vean. Mete la tripona y, de vez en cuando, quita les gafes de sol pa facer contacto visual.
-¿Pero cómo sabes tu tanto del…?
-Porque aquí toi en mi salsa: sol, cerveza y arena.
-Ah, claro, como en la obra.
-Sí. Solo me falta la hormigonera. Y, uf, si uso mis poderes…
-Yes increíble, Regino.
-El amor no ye como el voleibol, Jose Ramón.
-¿Por?
-Gritas “¡mía!” y los demás no se apartan.
-Ya, pero…
-Hay que pelealo un poco, Mon. Con respeto, eh.
-Eso por supuesto.
-¿Sabes cuál ye esi amor de verano que te acompaña tol añu?
-La cerveza.
-Cagonrós, no me extraña que hasta el champú traiga instrucciones.
-¿Por?
-¡Coño, hai que explicavoslo too! Tamos nel momento justu, nel sitiu ideal.
-¿En serio?
-Hai que aprovechar el desconcierto de la ola de calor…
-No sé yo…
-¡Mete barriga, Jose Ramón! ¡Tienes más poder del que tu crees!
-Yes increíble, Regino.
-Los dos, Mon. Increíbles somos los dos. ¡Aprovechemos el rayín de sol!
-Sí, que la vida son cuatro días.
-Ah, ya lo entiendo. Y en Asturias, tres amanece lloviendo.