
Tratos de nueva normalidad.
-¡Oye, tenemos que quedar, eh!
-¡Sí, ho!
-Ya ye hora, ¿oíste?
-Diba date un toque. Pero con esti telar…
-Ya. Yo pensé llamate al final de la primera ola, pero…
-¡Y yo!, ¡y yo! Pero un día por otru…
-Digo: na, en cuanto pase la segunda ola, y, coño, echóseme la tercera encima…
-Ya, a mi pasome igual. Puseme a desescalar y digo: tengo que llamalu. Pero pillome la cosa perimetral…
-¡Hai que vese, cagontal! ¡Tenemos que quedar!
-Sí, ho. ¡Vémonos fijo! ¿Oíste?
-¿Sigues yendo pola sidrería?
-Qué va. Aquello cerró. Taben afogaos, los probes. Nun pudieron más.
-Vaya. Na, tenemos que quedar. Acordeme mucho de ti.
-¡Y yo! Digo: ¿qué sera de Xulio?
-Xicu,Xicu.
-¿Eh?
-Yo soi Xicu, Xulio ye’l mi hermanu.
-¡Cagonrós, cola puñetera mascarilla ya nun se conoz a nadie! ¿Qué ye de Xulio?
-Nun sal, ta jodíu.
-¿El bichu?
-Los bichos.
-¿Qué, ho?
-El ERTE, luego un ERE… Tién una depresión de caballo.
-Probe, tengo que llamalu. ¡Hai que vese! ¡Tenemos que quedar!
-¡Sí, ho! ¿Qué día te vien mejor?
-Uf, no sé. Vamos hablando, ¿oíste?
-¡Vale! Tu, si eso, avísame con tiempu.
-Doite un toque. O, bueno, si no, dásmelu tú.
-Sí, sí, llámote. O mándote un guasap.
-Lo que quieras, ¿oíste? ¿Tienes el mi teléfono?
-¡Sí, ho! Si no, búscolu.
-¡Vale, vale!
-¡O llamasme tu! ¿Tienes tú el míu?
-¿El qué?
-¡El mi teléfono, joder!
-Sí, ho. Téngolu. Teníalu.
-¿Doitelu, ho?
-No, coño, tengo que tenelu. Si nun lu perdí…
-Ah. ¿Entós quieslu?
-Deja, que vas con prisa. ¡Oye, tenemos que quedar, eh!
-Sin falta, ¿oíste? ¡Vamos hablando y tal!
-¡Hai que vese, joder! Entre cepa y cepa, habrá que tomar algo.
-Sí, ho. Antes de que nos garre la cuarta, que luego ya se jodió.
-Claro. En aplanando la curva doite un toque. A ver si pa entonces…
-¡Oye, una botellina sidra! ¡Sin falta, eh!
-¡Aunque sea por streaming! ¿Oíste?
-¡Sí, ho! ¡Tú, Xulio, cualquier cosa que necesites…!
-¡Xicu, Xicu! ¡Xulio, ye’l mi hermanu!
-¡Tenemos que quedar, cagontal!
-Sí, quedamos fijo, ¿oíste? ¡Tenemos que quedar!