Aumentan los casos de aislamiento social.
-Ah, Kike, ¿Cómo ye lo tuyo ho?
-¿Por?
-Tres meses lleves sin salir de la habitación.
-¿Y?
-Coime, ¿a ti paezte normal?
-¿Comparao con qué? ¿Con una entrega de premios, con un Comité Federal…?
-¿Eh?
-Que nun me veo ahí fuera, Tino, no acabo de encajar.
-¿Qué dices ho?
-No entiendo lo que pasa a mi alrededor, no lo pillo, no…
-Yes malu pa ti.
-Selo yo.
-¿Qué faes aquí encerrau, en tu mundo? Cada vez hables menos.
-Tecleo.
-¡Tas perdiendo los amigos!
-Tengo otros.
-¿Ónde?
-Aquí, en el ordenador.
-¿Ónde ho?
-Argentina, Chile… Olloniego, incluso.
-¡Dejate pijaes! La vida nun ye andar en pijama por mundos virtuales…
-Como en casa en ningún sitiu.
-Ya, coño, pero nun sales ni pa mexar.
-Dame miedo hasta dir al bañu.
-Necesites ayuda.
-¡Coño, pa eso te llamé!
-¿Pa que te traiga tabaco?
-Claro, tío, los paquetes acabense. Además, ahí fuera ya no dejen ni fumar.
-¿Nun tienes miedo de garrar una depresión?
-Tranqui, toi dejando de ver al Sporting en televisión.
-¡¡¡La realidá ta ahí fuera, Kike!!!
-Kikimori, llámame Kikimori.
-¡Gilipollas, te voi llamar! Que nun yes japonés, que yes de Pravia, ¿a quién quiés engañar?
-La falsedad ta ahí fuera, chaval. El infierno son los demás.
-Lo que nun pues ye recluite y abandonar tu vida social.
-¿Quién lo dijo?
-Una cosa ye tar desempleau y otra tar…
-¡¡¡Talosgüevos!!! Así toi yo. De retiro voluntariu. Y punto.
-Yes bobu esféricu, Kike.
-¿Qué qué ho?
-Que yes bobu por onde te mire. ¿Sabes cómo te digo?
-¿Pero viniste a ayudame o a metete conmigo?
-A mi dijísteme que no salías de la zona de confort.
-Claro.
-Ya, pero lo de quedate un trimestre en la cama ye una exageración.
-Pues ye lo que hai.
-Pero…
-Cansé de la gente, Tino. Cada vez entiendo menos: ni lo que dicen, ni lo que votan, ni lo que piensen… No quiero saber más.
-¿Pero por qué?
-Valió. ¡Topeté!
-¡Vaya ho! ¿Y puedo facer algo más por ti?
-Si eso, bájame la basura al salir.